47.ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires

Hasta el 15 de mayo

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27/04/2019

Lectores y visitantes cautivados por la propuesta de Barcelona, ciudad literaria

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El stand de 200 m2 contó con un auditorio para 40 personas y una librería con una oferta en catalán y una más amplia en castellano. El objetivo fue mostrar su riqueza literaria y su diseño lo refuerza: carteles de festivales literarios, cartografías, postales con frases de autores y una instalación en la cual se puede escuchar la voz original de sus poetas.

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Todos la buscaban y la encontraron en Barcelona, ciudad literaria. Se trata del stand de la Ciudad Invitada de Honor de la 45.ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y a quien buscaron y hallaron es a la artista visual, escritora e ilustradora Paula Bonet y a sus obras La sed (2016) y Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End (2014). Son libros que integran la lista de alrededor de 700 títulos -con y sin distribución en Argentina- y 10.000 ejemplares de este espacio que pretende dar impulso a su sector editorial y promover a sus autores.
Victoria García lleva cinco libros en su mano, dos de Bonet. «Trajeron a muchísimos autores de Barcelona y eso es lo que lo hizo interesante. Conseguí libros que no los conseguís fácilmente acá, por ejemplo, estos de Paula Bonet, yo nos los vi antes. Había chusmeado la página (de la Feria) y como varias de las autoras que me interesan están de invitadas, imaginé que seguramente estarían sus libros por lo que aproveché y vine», cuenta Victoria que estuvo hace poco recorriendo esta ciudad de España capital editorial del mundo latinoamericano. «Fui y me encantó. Me pareció espectacular y más allá de eso he venido a otras ferias del libro y siempre es interesante ver la propuesta que traen de alguna otra ciudad», complementa.
Soledad Giménez también conoce Barcelona. Vivió en esta metrópoli, situada en la orilla del Mediterráneo, durante seis años. «Amo Barcelona. Viví allí muchos años así que vine directo porque conozco a Paula Bonet y en Rosario no encuentro sus libros. Me gusta lo que hace y como me gusta mucho vine», asegura esta arquitecta de 43 años, que considera que la propuesta que incluye a Bonet y a otros escritores españoles «culturalmente nos enriquece muchísimo»: «Lo que se ve allá está siempre muy avanzado. Toda la literatura, desde sus revistas, libros, ilustradores, nos nutre muchísimo como argentinos traer toda esta cultura. Lo que ves acá en Barcelona (ciudad literaria) es una oportunidad muy buena para poder comprar».
Paula Bonet sabía que tenía un público esperando su obra y eso la contenta. Antes de arrancar su segundo día de participación en la FIL Buenos Aires, como parte de la mesa «Cuando la literatura nos habla», tomó una fotos en el stand con su móvil.  «Es la primera vez que estoy en Buenos Aires. Tenía muchas ganas de venir, se habían frustrado varias visitas y ha sido maravilloso, muy emocionante. Ayer estuve dando una charla y presentando Roedores. Cuerpo de embarazada sin embrión y vino muchísima gente y justamente ahora estaba viendo el espacio donde estaba el libro y he visto que está agotado», señala la autora que lleva el pañuelo verde de la Campaña por el aborto legal, seguro y gratuito amarrado en su muñeca derecha.
 
«Mi libro habla justamente del tema del aborto involuntario, de una pérdida gestacional,  pero el objetivo es poner sobre la mesa uno de tantos tabúes que afectan al cuerpo de las mujeres y me gusta estar hablando de este libro aquí en Buenos Aires porque siempre me hago una pregunta y creo que en este lugar es la pregunta más adecuada. ¿Si mi libro hablara del derecho al aborto, del querer abortar, estaría teniendo la aceptación que está teniendo? Es interesante hacer esta pregunta y que haya un diálogo», matiza la escritora nacida en Villareal, principalmente, porque ve como un momento «muy importante, intenso, duro, necesario el que está viviendo ahora Argentina en relación a todo aquello que tiene que ver con nosotras».
Sea su activismo por el feminismo o algún otro aspecto de su obra, Bonet cautiva a sus seguidores. Milagros Mata, de 31 años, también se acercó a este stand por ella. «La vine a buscar específicamente porque la sigo en sus redes y vi que iba a estar acá presentándose», refiere Milagros sosteniendo el ejemplar de Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End que va a comprar y que antes solo había encontrado por Mercado Libre.
Por su parte, Nicolás Díaz, de 18 años, se topó con Los Mares del Sur de Manuel Vázquez Montalbán, un autor que -dice- no encontraba en las librerías argentinas. «No conseguía nada de él», asegura.
Joan Subirats, comisionado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, manifiesta que al tener una buena cantidad de material y de conocimiento porque, destaca, son «la ciudad literaria de la Unesco», habían acumulado «muchísimo contenido sobre el cual poder construir luego nuestra presencia en la Feria». Suma a esto que «en el Institut Ramon Llull tienen una gran experiencia en organizar actividades de feria a nivel internacional» y observa: «La combinación de ambos aspectos creo que fue esencial porque hemos de recordar que Barcelona es una ciudad compleja, muy rica literariamente porque tiene dos mundos, el mundo en catalán y el mundo en castellano, y esos mundos requerían una cierta capacidad de trabajo conjunto».

 

Iolanda Batallé, directora del  Ramon Llull, se emociona y afirma que le gusta mucho explicar que «esto es mucho más que una feria». «Esta es la gran fiesta de la literatura que dura tres semanas. Entre el Institut Ramon Llull, el Ayuntamiento, Barcelona hemos traído a más de 70 autores pero que sobre todo organizamos 120 actividades donde estos 70 escritores, ilustradores, traductores, conviven en cada actividad con escritores, ilustradores de Buenos Aires, o sea que en cada actividad hay personas de Cataluña y de Argentina y a partir de aquí seguro se van a tejer muchísimas historias de amor por la literatura, por la cultura, proyectos compartidos, traducciones, coediones, con lo cual la sensación es de felicidad absoluta para las personas que amamos la literatura y la cultura. Esto es una fiesta sin parar».

Y con música la fiesta siguió para extenderse hasta pasada la medianoche. La Noche de la Feria tuvo como acto principal y aporte de la Ciudad Invitada el show de la catalana Silvia Pérez Cruz, quien dió un recital al aire libre con poemas musicalizados. Ese el eje de su producción artística, la literatura atraviesa su repertorio. Ha musicalizado poemas de Federico García Lorca, Maria-Mercè Marçal, Miguel Hernández, Anna María Moix, Chicho Sánchez Ferlosio, Feliu Formosa,Maria Cabrera, entre otros creadores de letras que son ahora las piezas centrales y reversionadas de su repertorio musical. «Muchas gracias por estar, pensé que no vendría nadie por el clima» le dijo al público que colmó las gradas y el campo del picadero de la Rural para escucharla en una noche de cielo encapotado. «Este es un concierto especial, la poesía es parte de mi música» agregó antes de presentar a los músicos de la banda que la acompañó.