47.ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires

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Pantallas y lectores

Marzo de 2015

En la literatura de ciencia ficción la librería es un negocio de anticuario o como en la portada de la revista The New Yorker, una tienda de souvenirs. Por el contrario, el futuro de las librerías puede parecer una preocupación lejana frente a las cajas por abrir, el control de stock, la exhibición, la atención al público, la liquidación a los distribuidores y la lectura en horarios de almuerzo. Todo lector que guste desde Julio Verne hasta William Gibson sabe que el futuro lejano soñado por la literatura se acerca cada día más.

Para vislumbrar el porvenir de las librerías en la era digital, Javier Celaya desarrolló doce propuestas que le permitirán al librero articular el mundo virtual con sus estantes de madera para evitar, por ejemplo, que el lector descubra un libro en la mesa de novedades y que la compra se realice on line en una librería digital en tierras lejanas. Antes de instalar cámaras y software que posibiliten el reconocimiento facial de los lectores, para darles la bienvenida a la librería en una pantalla táctil y recomendarles lecturas de acuerdo a sus gustos y estados de ánimo hay que evaluar cómo se adapta la librería al entorno digital.

Martín Gómez en “Los desafíos para la librería”, publicado en la revista Tramas y Texturas N° 14, apostaba porque los libreros modernicen su equipamiento tecnológico adecuado ­-tanto en hardware como con el software– que les permita, por ejemplo, la gestión de inventarios asociados a su página de comercialización web. La importancia de contar con un software modular que habilite la recuperación de la información para la toma de decisiones le permitirá al librero mejorar su visibilidadon line, que redundará en un mayor conocimiento de sus clientes. El rol de prescriptor del libro se potencia al utilizar plataformas sociales como puntos de encuentro para crear comunidades de lectores, al fomentar lecturas e intervenciones públicas. Por ejemplo, frente a la presentación de una novela o una entrevista a un autor filmada y subida a la red, como realiza con maestría y humor la librería chilenaQué Leo. El último desafío que propone sortear Gómez para las librerías es la gestión de los metadatos. Lograr asociar “los contenidos que conforman la oferta de las librerías con metadatos permite describirlos, clasificarlos y garantizar que el usuario de una plataforma online pueda localizarlos y acceder a ellos fácilmente”; es decir, mejora la posibilidad de hallar aquello que se busca entre el mar de impresos.

Recorrer el camino para enfrentar los desafíos del mundo digital puede tener senderos poco onerosos en la utilización de plataformas como Facebook y Google, que posibilitan a las librerías a puertas cerradas contactarse con los lectores. Una librería como Whiterabbit tiene su madriguera en una panadería de Villa Crespo, pero su vidriera en Facebook. En Colegiales Los Libros del Vendaval, se arremolinaron primero en un blogspot, y seducen a grandes con ojos de niños en las actividades que se desarrollan en un living con olor a canela. Tres años atrás el “Análisis de la situación actual de las librerías” del CERLALC indicaba que las librerías independientes se encontraban en problemas para fomentar la bibliodiversidad frente a “un canal de venta que ha sido desbordado por la superproducción editorial”, por lo que ante las limitaciones físicas de las librerías era en la red donde podían hacerse visibles. El rol del librero como curador y prescriptor es eficaz ante los nuevos lectores si lo sabe “socializar por medio de nuevas herramientas que difuminan su presencia, pero no su experiencia”.

Ricardo Nudelman, en las Jornadas de Profesionales de la Feria del Libro de Buenos Aires del 2008, sostuvo que “las librerías tienen que crecer, profesionalizarse y multiplicarse” para lo que hace falta una gestión empresarial moderna que le permita establecer vínculos con sus clientes, con su zona, con su ciudad para fomentar la compra local. Con esta finalidad es imperioso hoy conocer las plataformas y herramientas digitales que permitan brindar un mejor servicio al lector. La Fundación El Libro estimula la capacitación profesional de los distintos actores de la cadena de valor del libro, donde la participación del librero es fundamental porque tiene contacto directo, o mediado por distintas plataformas digitales, con el lector. El diálogo entre el librero y el editor, en un espacio como La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, pueden favorecerse mutuamente. La visita de autores, emailing, una agenda de las novedades, para saciar la ansiedad de lectores voraces pero también para planificar acciones conjuntas de marketing, pueden ser algunas de las propuestas que crezcan de un café compartido.

En el Encuentro para Libreros de las Jornadas de Profesionales 2015, que se realizará el jueves 23 de abril, se destacan las presencias de Eugenia Denari de Google y representantes del equipo de Facebook que brindarán consejos y herramientas concretas para enfrentar el futuro digital. Todavía hay tiempo para comenzar a navegar y adentrarse en las aguas del universo binario en las librerías, antes de que el futuro sorprenda al librero entre las cajas, el control de stock, la exhibición, la atención al cliente, la liquidación de ventas y la lectura.

Matías Maggio Ramírez, para «Noticias del Libro».

Aclaración

La Fundación El Libro expresa que no concuerda necesariamente con todo lo expuesto en la sección "Noticias del Libro".